Viaje por mar con Don Quijote by Thomas Mann

Viaje por mar con Don Quijote by Thomas Mann

autor:Thomas Mann [Mann, Thomas]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Viajes, Crítica y teoría literaria
editor: ePubLibre
publicado: 1934-05-15T00:00:00+00:00


24 DE MAYO

Ayer me vino a la mente y a la pluma El asno de oro, no por casualidad, porque he descubierto ciertas relaciones entre Don Quijote y esa novela de la Antigüedad tardía, y mi ignorancia desconoce si también les han llamado la atención a otros. En efecto, llaman la atención determinados pasajes y episodios por su novedad, por la singularidad de sus motivos, que sugieren un origen lejano; y es característico que aparezcan en la segunda parte de la obra, la más digna espiritualmente.

Ahí tenemos para empezar en el libro noveno el relato de las bodas de Camacho «con otros gustosos sucesos». ¿Gustosos? Lo que sucede en estas bodas es horrible, pero el «gustoso» nos anticipa en el título que en esos horrores se trata de broma, chanza, engaño, de un mimo que ríe a escondidas, una burla del lector y de los que participan de la historia, que por fin se resuelve en sorprendida hilaridad. Se describe con el «más gustoso» derroche la rústica fiesta de esponsales de la hermosísima Quiteña con el rico Camacho, que es el rival afortunado del forzosamente rechazado y muy honesto joven Basilio, que ama a Quiteria, su vecina, desde siempre y al que ella ama a su vez, de modo que, en el fondo, se pertenecen el uno al otro ante Dios y los hombres, y la unión entre la bella y el rico Camacho solo se produce bajo la férrea y ambiciosa presión del padre de la novia. Los festejos ya han llegado hasta el momento del casamiento cuando con roncos gritos aparece el infortunado Basilio en escena, «vestido, al parecer, de un sayo negro jironado de carmesí a llamas», y con voz temblorosa inicia un discurso en el que declara que él, cuya persona es el obstáculo moral para la felicidad plena y sin traba de aquellos dos, se quitará él mismo de en medio: «¡Viva, viva el rico Camacho con la ingrata Quiteria largos y felices siglos, y muera, muera el pobre Basilio, cuya pobreza cortó las alas a su dicha y le puso en la sepultura!». Y con estas palabras extrae de su bastón, que ha clavado en la tierra, como de una vaina un estoque y se arroja sobre él, de tal manera que la mitad de la cuchilla aparece manchada de sangre por su espalda y él mismo queda tendido en el suelo bañado en su sangre.

No se puede imaginar una interrupción más espantosa de una fiesta tan alegre y espléndida. Todos se arremolinan a su alrededor. Don Quijote mismo deja a Rocinante para socorrer al desventurado, el cura se afana y no consiente que se extraiga el estoque de la herida antes de que Basilio haya confesado, porque el sacárselo y el expirar sería una misma cosa. El desdichado aún vuelve un poco en sí y con voz desmayada expresa el deseo de que Quiteria le dé su mano de esposa en su último trance, porque así su muerte culpable estaría justificada. ¿Cómo se



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.